Soy cristal del frágil pero del duro…

Soy transparente y bipolar

una lágrima que viaja en tu collar

mi fragilidad es superficial, es molecular desorden.

Mi estructura es poliédrica en las facetas y regular en las caras…

vértices hirientes, soy cristal irrompible y traslúcido

cristal del puro, soy cristal polarizado…

Soy una copa de crista bohemio, una copa vacía que llenar de sueños

Soy lente que aumenta tus virtudes y hace muy pequeños los defectos

Espejo, también soy espejo de tu reflejo, de cristal pulido…

Soy cristal, de ese que no puedes rayar…

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Ingredientes para una sopa

«Ingredientes»

Unas gotas de mi llanto

una cucharadita de tu alegría

unas hebras de mi esencia

todo un frasco de tu cuerpo en remojo (de toda una noche…)

dos taza del vino blanco de mi alma (seco)

varias cucharadas soperas de la harina de tu pureza

un vasito del licor de mi resaca

tres tazas del caldo caliente de tus caderas

un puñado de tu sal

un poquito de  mi pimienta (negra molida)

Preparación:

Calienta mi llanto y tu alegría a fuego medio en una olla.

Saltea tu cuerpo en remojo cinco minutos

vierte dos cucharadas del vino blanco de mi alma

y cuece a fuego bajo revolviendo un poco.

Añade más vino conforme necesites durante media hora,

para ablandar tu cuerpo en remojo.

Después, rocía la harina de tu pureza sobre tu cuerpo en remojo

y revuelve durante un minuto más.

Luego, vierte poco a poco el caldo caliente de tus caderas

y el vino restante  de mi alma y deja que hierva.

Baja el fuego y cuece durante quince minutos.

Sazona con tu sal, el licor de mi resaca y mi pimienta al gusto.

Cura

Derecho a una tranquilidad inversa

las circunstancias me empujan

precipitando mi savia jugosa

a estrellarse en la inocencia.

 

Perdido estoy en un mundo tan hipócrita,

tan dado ocultar los sentimientos

para narcotizar sus efectos.

 

Mi rabia es momentánea,

un respiro de un aire inmaculado

y mañana estoy curado.

Peor será para mi alma migratoria

perdida ya en los cielos de la tuya,

bebiendo de rencores rancios

en las charcas de mi paciencia.

 

El origen de mi letargo

será el final de mi tortura,

el declive de mi ansia más pura.

Anoche fue mi noche loca de soledad incandescente

Antes de acabar mi domingo sangriento

purgaré mi dolor en tu desprecio,

forjaré mi alma de corazas

protectoras de tu prepotente indiferencia.

Antes de abrirme a tus designios,

forraré mis oídos de impermeables membranas

para protegerme de tu encantador hechizo.

Mañana ya extinguido mi domingo sangriento

romperé todos los vínculos salvajes

que me unen a tu carne.

Una vez borrado todo lazo azul

que me une a tu estirpe,

buscaré en mi mente las trampas

que minaste en mi camino hacia el olvido.

Hoy aun dolido de mi domingo sangriento

desnudaré tus gélidas mamparas

que te muestran opacas a mis sentidos anestesiados

por tu imagen retenida en mis adentros.