Hoy cada segundo me duele
rápido el dolor se detiene,
despide un aura pasajera,
nada sofisticada
el reloj de arena
que los cuenta,
mientras a mi
aún me duelen.
Hoy cada segundo me duele
rápido el dolor se detiene,
despide un aura pasajera,
nada sofisticada
el reloj de arena
que los cuenta,
mientras a mi
aún me duelen.
Eres como ese vino
tienes cuerpo, tienes aroma
rojo pasión rojo encendido
eres como ese vino
que llena mi copa
de sensaciones y de pelígro.
Y tu como ese vino
con el tiempo maduras
te agrias, te afeas,
pero aunque esto pase
siempre serás el vino
que llene mi copa.
Cuando más de mil lunas pasen por mi vida
cuando la naciente primavera se torne cálido estío
y de nuevo de los árboles se desprendan las hojas secas.
Entonces, sólo entonces, sanarán mis heridas.
Sólo mi alma sabe la pena que me atenaza,
el duro frío que hiela mis huesos.
Yo grito a los vientos ¡Libertad!
Libre al fin algún día, libre de mis cadenas
pesadas y frías que atenazan mi alma.
Libre, quiero ser libre, quiero volver la vista
y no sufrir la pena de unos recuerdos duros
que hielan mi corazón y nublan mis ideas.
Libertad para volver de nuevo un día
a sentir el cálido palpitar de un renovado corazón.