El sembrador de estrellas

Soy el sembrador de estrellas que cabalga el firmamento

Soy el sembrador de sueños de tu noche abierta

Soy el sembrador de amapolas de tu campo inmaculado

El que creó esperanzas en tu regazo, y cosechó tus ataques de ira

Sembrador de una cosecha de infortunio recojo la mies de mi fracaso más inmundo

Soy el sembrador de tu cielo negro humo

Soy el que recoge vientos sin desatar las tormentas,

el que recoge malos frutos antes incluso de sembrar tu estepa.

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Vida de nadie

Vida de nadie, al venir al mundo somos todos iguales

todos nacemos desvalidos y pobres

jugando todos en el mismo parque.

Un niño de antaño es como un niño presente,

es inocente, es sincero, es como un cuenco de hambre.

Ya lo dijo el ginebrés errante,

el motivo de la desigualdad y separación entre los hombres, llegó más tarde.

Ya lo dijo el sabio, todos los hombres nacemos iguales

y esta es la última vez que los somos.

Ya lo dijo el poeta la niñez es la ignorancia.

Vida de nadie, al llegar el día en que florecen los árboles.

Vida de nadie, la inocencia se pierde, la sinceridad se esconde,

el cuenco se llena de ilusiones y metas, de alegrías y de penas.

Una vida sin dueño se abre ante los ojos,

Vida de nadie, adolescente rebelde, adolescente tierno,

el adolescente es un cuenco de dudas.

Ya lo dijo el ginebrés errante, la desigualdad llegó más tarde.

Ya lo dijo el sabio, el adolescente es un laboratorio ambulante.

Ya lo dijo el poeta, la juventud es pasión sin medida.

Vida de nadie en un entorno cambiante,

en un marco económico caótico y déspota.

Todos jugando con las mismas reglas

vida de nadie con la madurez a las puertas.

El hombre maduro es un cuenco muy lleno

vida de nadie, el hombre maduro es esclavo del futuro.

Ya lo dijo el sabio, la madurez es la perdición del mundo.

Ya lo dijo el ginebrés errante, la desigualdad es la perdición del hombre.

Ya lo dijo el poeta, la madurez es un horizonte.

Vida de nadie en un mundo infinito.

La vejez no es el fin del mundo,

vida de nadie, errante y sin dueño

el viejo es un cuenco rebosante y profundo,

desborda conocimiento, paciencia, sosiego…

Ya lo dice el refrán, más sabe el diablo por viejo que por pellejo.

Vida de nadie, la vejez no es el fin del universo.

Antes del final del camino, empápate de vida

que se acaba su ciclo.

El ser

Eres la dueña de mi destino…

Eres la llave de mi inocencia…

Eres la luz de mi desvelo,

el ángel de mis plegarias benditas,

la gota que colma mi vaso.

Eres el pozo de mis ahogos

la tumba de mis pasiones.

Eres la calma de mis ansias,

la dueña de mis despojos.

El último de tus sorbos,

lo saborearé con paciencia,

lo besaré con saña.

Lazos

Lazos me van atando en mi camino de suspiros,

rosas, largos, amarillos, cortos, de seda,  fiados…

Lazos y más lazos enredándose en mis piernas

impidiendo el movimiento,  martirizando mi  paseo,

lazos que me unen a la gente, lazos y más lazos,

afectivos, fraternales, indiferentes, posesivos…

Lazos tendiéndose entre nosotros para salvar el abismo

tan cruel y desmedido  en la ausencia de ruido,

anudado con sigilo en el clamor de tu silencio.

Y Pedro me ató en la Tierra con su poder conferido

y describí curvas en el aire como avión en pirueta

mareándome al instante como patinador sobre la escarcha.

Lazos otorgados a una vida de adhesión a una causa perdida,

lazo reatado, enlazado, anudado, ligado, amarrado,

prendido en la solapa de un general sin mando,

a un capitán sin goleta, un furriel sin su despensa.

Lazos que unen mi existencia a otras

y tramados por doquier me atan a este sitio.

Restos

Restos de una furia casi negra, rebosante de una fría tragedia homérica

Restos de una realidad inerte, abominable y ridícula

Restos de un mísero recuerdo fugaz y pasajero

Restos de un naufragio de emociones y desencuentros

Restos de un festín de inmundas viudas negras

Restos de la última cacería en un África sin guerra

Restos de los asomos de rebeldía de una vida cobarde, suicida, Kamikaze

Restos del jardín de una Eva sin su Adán

Restos de la codicia de un hombre sin honor

Restos del pago del último amor

Restos de un medioambiente que agoniza

Restos de la humanidad eliminando del medio su ambiente

Restos de un mundo harto de jugar con el destino

Restos de una intolerancia barriobajera e insana

Restos de los restos de unos restos

Restos, restos, restos, al final sólo quedan restos…