Si todo lo que soy
se evaporara en un segundo
y sólo quedaran de mí,
mas que unas pequeñas gotas,
seguro que en ellas
hallarían ocultas,
las razones del amor
que te profeso.
Si todo lo que soy
se evaporara en un segundo
y sólo quedaran de mí,
mas que unas pequeñas gotas,
seguro que en ellas
hallarían ocultas,
las razones del amor
que te profeso.
Al abrir la puerta
te veo sola.
Te miro de día
a la luz y en la sombra.
Te amo siempre
de noche y de día.
A la luz y en la sombra
te amo siempre
todos los días.
La hoja que cae del árbol
eres tu cuando te vas,
pero el árbol sabe
que la primavera volverá.
El árbol llora en otoño
y renace en abril.
Yo lloré cuando te fuiste
y aún no renací.
PD: Feliz día de la poesía… (Ahora ya casi 10 años de primavera a tu lado… Te quiero)
¿Y de beber?, vino
quiero el vino rojo como el rubí,
el de aroma embriagador
el que me corra por las venas
y me encienda el corazón.
No quiero el vino añejo,
ni el flojo, ni el recio.
Quiero bañar mis labios con el mejor vino
el que me emborrache los sentidos.
Ese que guardas entre rejas
es el que deseo en mi copa
para regar nuestras cenas
ese mismo, me lo traes ahora
para que me calme las penas.
la sombra pasa y yo me aferro a ella,
bajo mis pies descalzos, siento la arena moldeando mis huellas,
el mar acuna las olas, que desdibujan la playa.
La sombra pasa, ya no nubla mi vista
yace en el olvido todo en silencio, un cúmulo de males rancios.
La luz de un sol dorado y radiante me devuelve de un abismo impuro,
la sombra pasa, de un negro atroz, a un blanco puro.
Pasa y sigue pasando y todo lo extraño, lo inútil, lo malo, se va borrando.
El manto gris que cubría los recuerdos, se disipa en volutas de humo,
la sombra pasa y la oscura cortina, manto incluso que me cubría antaño
ya no entorpece mis vacilantes pasos.
La sombra pasa y siento tus labios libar los míos
en la comunión del sueño, en el acompasado latido sordo.
La sombra ya disipada, lejana, vulgar nubecilla
da paso a un mañana de armonía, a un renacer de cuento.
La sombra, siempre ella, cernida sobre mi cabeza, nublando mis ideas
¿Será cierto que pasa? Sí , la sombra pasa
y al volver la vista al lejano horizonte de mi vida,
parece vagar sin rumbo, alejándose mucho.
El eco de tu voz resonando en mis tímpanos,
el latido de tu pecho acompasado y nítido,
la caricia recreándose en tu piel,
las miradas azuladas tímidamente chocando.
Es definitivo, la sombra pasa
y el día claro, como mis sentimientos
amanece de nuevo después de una larga noche.
La distancia nos acerca,
nos reafirma y predispone
al cercano choque de trenes
que descarrilan en los sueños,
que viajan en lo recuerdos.
La distancia nos une,
nos enamora y predispone,
al inminente encuentro pasajero
en el anden de la vida,
en la estación de las pasiones