La noche es mi residencia terrenal, es la sonrisa perdida,
la noche, esa noche de ese día en aquel sitio en esa hora.
Mi noche de noches, de susurrantes frases trémulas,
júbilos festivos de una luna distante, pálida, fría…
La noche de ese día, silencio, palabras, risas, caricias
hoy no hay nada en la sombra que quite mi alegría.
Tú, yo, la noche y el tiempo que no corre
despacio, lento, que no se acabe el momento, saborea
disfruta de la noche, de mi risa, del encuentro.
Dos en un instante y uno al siguiente.
Se fue la sombra, volvió, volvió,
volvió, volvió, volvió, volvió.
Volvió el día, la noche que se yo.