Desesperada mi brisa amarga
desnuda tu perfil fingido,
roza el contorno de tu estampa,
calla la palabra de tu labio.
Duras las geométricas formas
perfilan tu diabólico entalle,
espirando al compás mi latido
perdiéndose en mi noche.
¡Niega mil veces mi ángulo!
¡Derrocha mil más tu encanto!
La lluvia, la brisa, la noche
son mis afiladas armas.
La lluvia vertida cada día
me hace fuerte, me hace nube
vaporosa y gris como tu niebla
enmarañada y cruenta.
!Siembra tormentas!
Y recoge lo que puedas
de mi noche migratoria
como palomas sin tregua.
La brisa reseca y árida
esparcida de mi labio
no alcanza nunca siquiera
a rozar tu tímpano.
Tus palabras huecas
me rompen el ánimo
masticando cada fibra
que compone mi cuerpo.
Muere, Gorgona disfrazada,
al estoque de mi espada
rezumando por tu herida
todo el mal que escondes.
Tras tu heroica perdida
fundiré tus metales muertos
en mis alambiques y retortas
para culminar la obra.
Como heroico guerrero
no busco premios.
Como forjador hermético
no busco riquezas.
¿Dudas aún de mi sincera lucha?
¿Desconfías de mi abnegada búsqueda?
Soy la luz en tu tiniebla,
el refugio que buscas.
¡Niega mil veces, renuncia!
Golpeame, aniquila mi esencia.
soy el Fénix llameante,
el Lázaro triunfante.
¿Dudas, aún dudas?
Mi ser es el aire
no lo ves, pero lo sientes
no lo atrapas, pero te roza.
¡No dudes más!
Soy la brisa, soy la lluvia, soy la noche
cabalgo en el viento,
presido tu sueño, empapo tu deseo.
Mi libro se escribe sin tinta
al compás de tu aliento
rimando cada palabra
mimando cada verbo.
¡Finge desprecio!
Soy faro en la noche,
barco en la brisa,
puerto en tu viaje.
¿Dudas aún?
Soy el judío errante,
el Job resignado
el Job paciente.
Mi victoria está cerca,
será triunfante,
será gloriosa
¿Valdrá la pena?