Cura

Derecho a una tranquilidad inversa

las circunstancias me empujan

precipitando mi savia jugosa

a estrellarse en la inocencia.

 

Perdido estoy en un mundo tan hipócrita,

tan dado ocultar los sentimientos

para narcotizar sus efectos.

 

Mi rabia es momentánea,

un respiro de un aire inmaculado

y mañana estoy curado.

Peor será para mi alma migratoria

perdida ya en los cielos de la tuya,

bebiendo de rencores rancios

en las charcas de mi paciencia.

 

El origen de mi letargo

será el final de mi tortura,

el declive de mi ansia más pura.

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