Vienes y surge un momento de silencio, observo tu andar tan tierno
y el rubor de tus mejillas, que saludan mis miradas furtivas…
y mi alma acelera su paso, para encontrase con la tuya en el aire suspirado…
y seguimos con el momento rebosante, de caricias y envites de dos jóvenes amantes, mañana este ser amargo que respirando los licores de tu vasos comunicados
ebrio de amor me arroje a tus brazos tulipanes…
para reposar enredados en unas piernas tan rojas…