Me agasajas con entremeses suculentos
surtido de tus encantos mañanitas,
que incitan a mis sentidos dormidos
a alimentarse de tus besos Afroditas.
En vigilias sin alimento
amenizas mis noches hambrientas
con los guisos de tu graciosa risa
refrescante de mi aliento
Mis preces veladas del alma
se cocinan en su jugo
en conversaciones no diciendo nada.
Plato ligero no es tu cuerpo de escándalo
aperitivo que se sirve en bandeja,
mana de los hebreos, ambrosía de los griegos…