Las estrofas de mis versos se rebelan en mis dedos
el desorden es muy grande, pero bello,
yo escribo un verso y las palabras se agrupan en otro.
Las estrofas no me escuchan cuando yo las ordeno
ellas se detienen para formar tu nombre,
mientras sigan sin hablarme las estrofas de mis versos
y ellas solas sin mi genio te escriban las canciones
las seguiré ordenando para que ellas solas te aclamen.