Te amaba y no lo sabía, estaba allí ese día,
yo te amaba y no lo sabía, te vi pasar, hable contigo
y en ese instante lo supe todo.
Yo te amaba y ya lo sabía. No había duda,
te amaba, me temblaba la voz, me temblaban las piernas,
me sudaban las manos, mientras hablaba.
Parecía raro pero yo te amaba y no lo sabía.
Tu te fuiste por donde habías venido y allí
en la lejanía de mi mente contigo en mi memória
me fuí enterando porqué temblaba, porqúe sudaba.
Buena entrada, a veces queremos sin saberlo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
cierto es,
Me gustaLe gusta a 1 persona